Al parecer sin sal no puede haber vida, pero los médicos nos advierten de que su consumo elevado es perjudicial para la salud. ¿Cómo se explica esto? Pues porque la llamada sal de mesa (o refinada) tiene muy poco que ver con la sal cristalina natural. La "sal de mesa" es cloruro sódico a la que en algunos casos se le añade yodo y flúor, asi que no es el tipo de sal que necesita el cuerpo. La sal cristalina natural no está integrada por los 3 o 4 elementos de la sal de mesa que hoy utilizamos, sino por los 84 que componen nuestro cuerpo y en la proporción exacta.
El cloruro sódico, componente básico de la sal refinada de mesa que la mayoría de la gente consume, es una sustancia tóxica que sobrecarga el organismo. Quizás estés pensando que no es tu caso, porque no le echas sal a la mayoría de tu comida, o si se lo echas es en muy poca cantidad, pero... ¿nos hemos parado a pensar en algún momento que la mayoría de los productos que vienen preparados llevan sal como conservante? Al ser humano le bastan 0,2 gramos al día para tener cubiertas sus necesidades de sal, y en Occidente el consumo medio diario por persona está entre 12 y 20 gramos (la ingesta de 40 gramos de golpe puede incluso provocar la muerte). Nuestro cuerpo sólo tiene capacidad para eliminar entre 5 y 7 gramos diarios de cloruro sódico (depende de la edad, constitución y sexo), asi que a nadie le extrañará que los órganos de eliminación de quien consume habitualmente sal de mesa estén constantemente sobregargados.
¿Qué es la Sal Rosa del Himalaya?
Es una sal extraída del interior de la montaña del Himalaya, donde sedimentó hace más de 200 millones de años. Esta sal es de una extraordinaria pureza, un auténtico legado de la prehistoria, que aunque acaba de entrar en nuestras cocinas, es bien conocida en el lejano oriente como una fuente de energía curativa. En la actualidad es la sal energética más completa que se conoce en la que destacan oligoelementos como: calcio, potasio, magnesio y hierro, de los cuales el organismo humano se beneficia enormemente. Su color pincelado de rosa prueba su contenido en hierro e identifica su procedencia: las profundas capas alimentadas por las infiltraciones minerales del magma.
¿Por qué consumirla?
•Reemplaza la Sal Refinada de Mesa
•La Sal del Himalaya aporta 81 minerales biologicamente activos (la Sal refinada solo 2)
•Es fácilmente asimilable
•Estimula el sistema de defensas
•Optimiza la asimilación de nutrientes
•Favorece la eliminación de metales
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